Sabemos que, por regla general, el agua y la electricidad no se llevan bien. Por lo tanto, a la hora de conducir un vehículo eléctrico es lógico dudar sobre lo que pueda pasar si se pone a llover con intensidad o, peor aún, si nos llega una tormenta eléctrica. Pues bien, los coches eléctricos, que cada vez tienen más presencia en el mercado, están preparados para afrontar todo tipo de situaciones climáticas, desde olas de calor hasta olas de frío y nevadas. De todos modos, lo más aconsejable durante una tormenta fuerte es no conducir, independientemente del tipo de vehículo, ya que aumentan las posibilidades de accidentes.
Pero si no hay más remedio, debemos extremar la precaución y reducir la velocidad para tener más control.
La jaula de Faraday: el coche te protege de los rayos
Al igual que otros vehículos de transporte, como los aviones, los coches están preparados para hacer pasar los rayos por el exterior de la carrocería sin causar ningún daño a sus ocupantes, ya que actúan como una jaula de Faraday, anulando el campo eléctrico en el interior del vehículo. Esto sucede tanto en coches eléctricos como de combustión, siempre que tengan techo duro (versus convertibles con capota blanda). Por lo tanto, permanecer en el interior de un vehículo puede ser una muy buena opción ante una tormenta eléctrica.
Aparte del miedo que pueda causar la tormenta, o el estrés que te pueda provocar en carretera por la mayor atención que demanda, no debería afectar a los ocupantes del vehículo. Aunque, precaución: tras un posible impacto de un rayo, evita siempre tocar las partes metálicas del vehículo, que podrían contener todavía gran parte de la electricidad del rayo. Ya en el suelo, procura caminar despacio, con pasos muy cortitos, para evitar una descarga eléctrica.
Es posible que el rayo afecte a alguno de los sistemas del vehículo, por la sobrecarga recibida. Una probabilidad que puede afectar a cualquier tipo de vehículo, independientemente de su fuente de energía.
En caso de que impacte un rayo en el vehículo, llevar las ventanas subidas también puede ayudar a minimizar su efecto.
Lluvia intensa y charcos grandes, ¿afectan al vehículo eléctrico?
Si se trata de una tormenta con lluvia intensa, los coches eléctricos están preparados con un sellado especial para todos los componentes vulnerables a que se puedan mojar, bien por una lluvia intensa o por atravesar zonas inundadas. Pero como es normal, lo más aconsejable en estos casos es no circular, no porque el coche no soporte estas situaciones, que sí puede hacerlo, sino porque la conducción se complica mucho y puede ser peligrosa.
En este sentido, además del sellado de partes principales en los coches eléctricos como cables, terminales, conexiones, etc., también las baterías, situadas en la parte inferior del coche, cuentan con protecciones especiales que las resguardan, no sólo de humedades, sino también de golpes fuertes para evitar males mayores en posibles accidentes.
¿Es segura la recarga con lluvia o tormenta?
Es muy posible que tras haber realizado unas cuantas recargas de un coche eléctrico, los usuarios ni tan siquiera se lleguen a plantear esta pregunta, ya que es algo que se acaba realizando con la misma confianza que se hace el repostaje en un coche de gasolina o diésel.
Puede que ‘asuste’ un poco -sobre todo al principio- si hay que hacer la recarga cuando está lloviendo, porque muchos de los puntos de recarga públicos que hay están a la interperie. Sin embargo, esta circunstancia no debe suponer un problema, ya que tanto los puntos de conexión como los propios cables están preparados para realizar su cometido en cualquier condición climática, incluso bajo una lluvia intensa que pueda mojar ambos componentes.
En el caso de que se esté produciendo una tormenta eléctrica, aunque los citados elementos cuentan con las debidas protecciones, lo aconsejable es no manipularlos por un posible rayo que pueda caer y que probablemente pueda resultar dañino si nos pilla realizando la conexión.
Cargadores seguros
Si nos planteamos la cuestión de si los coches eléctricos son seguros bajo una tormenta de lluvia, granizo o eléctrica, basta con fijarnos en los miles de puntos de carga que podemos encontrar al aire libre, expuestos a todo tipo de inclemencias meteorológicas. Estos puntos suministran una gran cantidad de electricidad y cuentan con todas las protecciones debidas para garantizar su utilización.
Till Wilmschen, Director of Product - Fast Charging en Wallbox, explica que "cargar un vehículo eléctrico durante una tormenta suele ser seguro porque las estaciones de carga de vehículos eléctricos están diseñadas con componentes conectados a tierra y resistentes a la intemperie, y el propio proceso de carga está aislado de la batería del vehículo, lo que minimiza el riesgo de peligros eléctricos. Además, los vehículos eléctricos modernos y la infraestructura de carga cumplen estrictas normas de seguridad para garantizar la protección frente a condiciones meteorológicas o de red adversas”.
10 Consejos esenciales para conducir bajo lluvia intensa o tormenta
1. Recarga el vehículo antes de salir
Intenta salir siempre con la batería llena o casi llena, para evitar quedarte sin energía ante una posible situación crítica.
2. Revisa los neumáticos
Asegúrate de que los neumáticos estén en buen estado, cuanta mayor profundidad del dibujo, mejor. La presión también debe ser la adecuada; comprueba la que corresponde a tu vehículo en el manual. Recuerda que los neumáticos en buen estado mejoran la tracción y reducen el riesgo de deslizamientos.
3. Conduce a una velocidad segura
En condiciones de lluvia intensa, la adherencia del asfalto se ve mermada hasta un 50%. Por lo tanto, conducir a una velocidad moderada te ayudará a mantener el control del vehículo.
4. Alarga la distancia de seguridad
La distancia de frenado aumenta un 20-30% cuando el asfalto está muy mojado.
5. Conduce con suavidad
Evita frenadas o giros bruscos, que pueden hacer que pierdas el control del vehículo.
6. Conduce por las huellas de otros vehículos
Las huellas de otros vehículos suelen tener menos agua acumulada. Conducir sobre ellas puede reducir el riesgo de aquaplaning.
7. Mantén el parabrisas lo más claro posible
La visibilidad se reduce en caso de lluvias intensas, granizo o tormentas, lo que dificulta la conducción. Asegúrate de que las escobillas del limpiaparabrisas están en buenas condiciones y mantén los cristales desempañados.
8. Evita zonas inundadas y charcos profundos
Por tu propia seguridad y la de los ocupantes del vehículo, evita siempre circular por zonas inundadas. Tu vehículo puede ser arrastrado, con fatales consecuencias personales. Los charcos profundos pueden golpear los bajos de tu vehículo y dañar algunas piezas (incluso eléctricas), a pesar de las protecciones de los componentes sensibles.
9. Conduce siempre con las luces encendidas
Circula con las luces encendidas para aumentar la visibilidad. Además, esto ayudará a que tu vehículo sea visto por otros conductores y minimizar el riesgo de colisiones.
10. Reduce el uso de accesorios eléctricos
Limita el uso de accesorios eléctricos durante la lluvia intensa o tormentas para conservar la energía de la batería y reducir el riesgo de problemas eléctricos en situaciones críticas.
En resumen, utilizar un coche eléctrico durante una tormenta no supone ningún riesgo más allá de los problemas que puedan surgir debido a lo peligroso que resulta conducir en malas condiciones climáticas. Por lo tanto y en este sentido, el mejor consejo es extremar la precaución o intentar no coger el coche si la conducción está muy complicada.